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BERNARDINO GARCÍA, DESCENDIENTE CHARRÚA

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20 agosto, 2012 por Charrua Hapkido y Tkd Paysandu

de Nación Charrúa, el El Domingo, 19 de agosto de 2012

Bernardino García siendo entrevistado para el programa de tV Americando

 

Bernardino García es bisnieto del legendario charrúa Sepé, uno de lospocos caciques que se salvó del exterminio de Salsipuedes porque pudoprever la emboscada. Reside en Tacuarembó en el barrio Don Audemara las afueras de la ciudad. Es un trabajador municipal que a sus 65 añosforma parte de una asociación de descendientes llamada Guyunusa,ubicada en la misma ciudad, que reivindica los derechos y valoresindígenas. La entrevista se desarrolló en forma muy cálida en su humildehogar; en la estufa de leña había una camada de gatitos recién nacidos,en las paredes varias fotos del propio Bernardino con su atuendoindígena, y sus nietos entraban y salían por las puertas. María, su esposay compañera de toda la vida, participó muy emocionada del encuentro,durante el cual fueron trayendo recortes de diarios, fotos y materialbibliográfico relacionado con la cuestión charrúa que le proporcionarondurante años y que él archiva con celo.

 

Bernardino con una de sus hijas.

 

—¿Cuándo se enteró usted de que era descendiente de charrúa?—Fue en 1971, cuando falleció mi padre, Avelino García, y ahí vino laprensa de Montevideo directamente para acá. A partir de ese momento yoempecé a investigar, para completarla tuve que ir solo, empecé solo y andosolo. Recién ahora es que tenemos un grupito más o menos armado, peroprimero yo empecé a militar solito, ni mi hermano me acompañó. En 1986,en ese entonces Sanguinetti Presidente de la República, en ese momento enlos diarios se podía leer que había tierras para las familias de descendientes.86Al enterarme, lo que hice fue reclamar, ¡que si eran tierras nuestras, que nosdieran! (grita). Lo que pasa es que en aquel entonces yo no era muy «domesticado», ahora estoy más avispado. Es un derecho y había que reclamarlo,pero hasta el día de hoy, nada.—¿En dónde hizo el reclamo?—Había en el Instituto de Colonización un documento y todo, pero solo nopuedo y mucho no puedo hacer.—(Interviene María su esposa) Lo que pasa es que los hermanos no lo apoyan,no sé, porque hay por ahí un grupito de indígenas, él salió solo a desfilar,además los hermanos a espaldas de él estaban haciendo otras cosas con elnombre del grupo Guyunusa, y lo que hacían era usar el nombre.—En el primer desfile de la Patria Gaucha que se hace acá en Tacuarembótodos los años, me pidieron que participara. Querían que me pintara y yo lorechacé. Y además les dije que si me iban a pintar ni me subía al caballo. Si yovoy a representar lo que soy, la pintura pasó a la historia. Pero calculé queseguramente ellos veían miles de veces en las caricaturas indios pintados ypor eso era que me preguntaban a cada rato si a mí me gustaba.

 

Bernardino en la Fiesta de la Patria Gaucha

 

—(María.) Lo que pasa es que en el tiempo indígena se ponían las plumasporque era un símbolo, de que eran aves, incluso el padre de él se llamabaAvelino porque era un ave, él mismo me lo dijo aquel día en que murió.—Él tenía más contacto con ella que conmigo.—(María.) Cuando murió el padre de él, en el hospital estaban todos loshermanos reunidos, fue justo cuando yo tuve a mi otra gurisa. En un momentoyo le agarré la mano porque él era ciego y el padre de Bernardino me pidióque cerrara la puerta y la ventana porque había mucho sol. Me apretó la manobien fuerte y me dijo: «mirá mija qué paloma bien linda entró aquí dentro delhospital, ahí por la ventana». Y yo le dije: «mire usted qué hermosa». Pero noveía ninguna paloma, lo decía porque él me lo decía. Bueno, después de esome fui para casa y me comentaron que me había llamado una vecina paraavisarme que estaban pasando en la televisión el fallecimiento del indio Avelino.Yo les contaba después lo que me había pasado, y les decía: «vos sabés que meapretó la mano y me dijo que estaba bien fuerte el sol», y me preguntaba «perocómo lo veía, si él era casi ciego, cómo logró ver el sol». Y ellos me comentabanque el indio es así, ve todo, y que la paloma, el ave, era el espíritu de él que seiba. A mí eso me quedó para el recuerdo: una linda historia.—¿Cuándo falleció su padre?—El 21 de agosto de 1971.—¿El grupo en el cual ustedes participan es Guyunusa?—Sí, ese mismo.—¿Cuántas personas se reúnen?—Bueno, ahora deben haber unos quince que nos reunimos siempre. Anteriormenteéramos un grupo reducido, ahora parece que empezó a llegar másgente. Queremos tener un lote regular, vio (risas).—¿Han empezado a comunicar a la gente, a abrir la temática?—Claro, eso es lo que pensamos, tener más comunicación humana parapoder ir recogiendo opiniones, porque tal vez usted piensa una cosa y yo pien87so otra, es decir, tenemos ideas diferentes. Pero quizás en el fondo hay cosasque tenemos en común. Mire, justamente mañana tenemos reunión. Lo principales que nos juntemos, lo que pasa que mi gente no me acompaña, esdecir, mi familia principalmente que es la que yo quería reunir primero.—¿Y ellos no tienen interés en reivindicar los derechos del indio?—(María responde enojada.) Ellos dicen que no porque el gobierno no les vaa dar nada, que en parte tienen razón, y que no van a estar haciendo grupospara nadie. Y además otra cosa, había 45 hectáreas de tierra para ellos en elbalneario Iporá. Lo que pasa es que en aquel tiempo —señala a Bernardino— aél le gustaba mucho la bebida y la primera vez lo agarraron y lo hicieron firmarun papel por lo que perdieron las tierras. Por eso es que le dicen balneario Sepéy no les dieron nada para ellos. La tierra es lo que menos nos aflige, lo que yoquiero ahora es que se reconozca que existe esta raza charrúa en nuestro país.

 

Mónica Michelena (Representante del Consejo de la Nación Charrúa) visitando a Bernardino en su casa.

 

—¿Lo importante para usted es recuperar la memoria indígena?—Por supuesto. Queremos que exista el reconocimiento y a su vez deseamosreunirnos con los maestros, porque en la escuela jamás nos hablaron deindios, existe otra historia, además ese es un orgullo para nuestra tierra.—Y la gente de toda esta zona, ¿se interesa en el tema?, ¿es receptiva?—Poco. Ya en Paso de los Toros es totalmente distinto, yo ando por ahí,hemos hecho actos a beneficio. En cambio acá me tratan de lo peor.—¿Usted se siente discriminado?—Claro. El problema es que no hay apoyo para nada. Por ejemplo, ha idogente al pueblo a preguntar por mí y no saben dónde estoy, y hace cuarentaaños que trabajo en la Intendencia. ¡No seas malo! (golpea sus manos arribade las piernas) hace cuarenta años que soy empleado municipal. Incluso, elaño pasado no desfilé en la Patria Gaucha, vino una francesa y no me dejarondesfilar, y después hubo otras cosas que no me gustaron. Luego me dijeronque habían perdido todos los premios, por una u otra cosa. Eso me lo dijo lapresidenta pero después descubrí que era para no darme nada (se refiere a lapresidenta de Fiesta, Patria y Tradición, una de las asociaciones más importantesque participan en la celebración de la Patria Gaucha). No interesa, si igualyo no les pedía nada. En el festejo por los 150 años del viejo Artigas, que serealizó en Montevideo, fui y me encontré a esta gente allá. Tuvieron la desfachatezde preguntarme cómo había ido hasta ahí. Yo les contesté: «a pie, y meencontré un caballo en la calle y ando con él» (dice riéndose). No les costabadecirme aunque sea por cortesía «mire, le prestamos un caballo para participar»; ¡si yo pertenezco al mismo grupo de ellos!, y si quiero, hablo con elintendente y consigo unos días de licencia para la fiesta.—¿Qué se siente en la actualidad ser descendiente de charrúas?—Para mí es un orgullo. Quiero que se sepa. Hoy en día se habla en lasiglesias, en las escuelas y en los liceos, he tenido visitas de distintas personasque están estudiando la raza. Lo que ocurre es que el no haber ido a la escuelame impide contestar muchas preguntas. La escuela mía fue el mundo. Mehicieron todos los análisis, de manos, pies y sangre y me salió que era indio.Es por orgullo que salgo a representar a la raza, para que hoy o mañana noquede en el olvido.

 

Pirí (toldería) recreado para la Patria Gaucha

 

—¿En qué año le hicieron los estudios? ¿Salió de qué etnia es?—Me los hicieron el 24 de noviembre de 1998, y la etnia era charrúa. Ahora,les digo una cosa: el instinto siempre lo tuve. Me cuenta una tía que meencerraban en una jaula para que no hiciera travesuras. Anduve siempre descalzo,y la ropa siempre la usaba como taparrabo. En la próxima visita deustedes me pongo las ropas charrúas. Siempre tuve el instinto de hacer arcoscon flechas para cazar pajaritos.—Cambiando de tema: ¿qué le parece el monumento a Bernabé Rivera a laentrada de la ciudad?—Muy mal, nos choca. Aparte, justo ahí fue la emboscada que hicieron alos últimos indios que quedaron. Y yo mismo fui el que coloqué el monumento.El intendente fue el que me mandó. Yo si hubiese sabido de quién era esemonumento, lo exterminaba a él (haciendo referencia al intendente). Pareceque ahora vamos a sacarlo, estamos solicitando a las tres bancadas que loretiren de allí, y además cambiar el nombre de las calles por nombres charrúas.—Háblenos de Salsipuedes.—Muchas injusticias hicieron con los indios acá, y está bueno que se lesrecuerde como ustedes lo están haciendo ahora. Nada va a quedar oculto. Loque queremos es que saquen los cuerpos de los charrúas de Salsipuedes,además, nos contaron que ahí en la Laguna del Silencio los tiraron y los descargaronmuertos o medio muertos como si fueran animales. Ahí está lleno decadáveres, es un lugar muy especial. Media legua para abajo y media leguapara arriba no se siente volar un pajarito. Hay que estar allí, y llega un momentoen que te da como algo, y es sólo en esa parte porque en otro lado no esasí. Uno cada vez va creyendo más. Lo importante es apoyar el movimiento,que se divulgue, cuanto más se sepa, mejor. Si es una historia verdadera.—¿La práctica yuyera tiene raíces indígenas?—(María.) Y sí, yo tengo 58 años y no sé lo que es un doctor, siempre uséyuyos.—Claro. Hace poco estuve con una alergia bravísima, y lo primero fue tratarmecon mata bicho, pensamos que estaba relacionada con un pingo que usé.—¿Se realiza la presentación de los niños a la luna?— Sí, claro. A mi nietita la presentamos cuando nació. Y es en cualquierluna, no solamente la luna llena. Lo que se dice en ese momento es: «lunalunera, te presento a mi hija, ayúdamela a criar, líbramela de todos los malesque la puedan dañar». La luna para el indio era y es muy importante, tiene unpoder increíble. Los indios disfrutaban de la luna.

 

Bernardino con su nieta.

 

 

Entrevista realizada a Bernardino García en el año 2006 y que aparece en el libro «Multiculturalismo en Uruguay: Ensayo y Entrevista a 11 Comunidades Culturales» de Felipe Arocena y Sebastian Aguiar

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